El emplazamiento, ventilado, amplio y luminoso invitaba tanto a la práctica de la esgrima histórica como los tiradores que allí se habían congregado. Varios asistentes externos recibieron también su apoyo, no solo por la utilización del espacio, sino también del material de uso y préstamo. Para la sesión matinal estaba programado el primer seminario, centrado en la virtud cardinal de Motus.

Se entregaron apuntes que permitirían seguir los contenidos de naturaleza más teórica y su contexto cultural e histórico, y se afianzaron dichos conocimientos con ejercicios prácticos de distinta naturaleza. Varios asistentes parecieron apreciar especialmente las prácticas guiadas por el ritmo de piezas musicales. Después de la razonable pausa para comer, se prosiguió con la segunda parte, “Fuhlen”.

De nuevo se hizo entrega de un segundo compendio de apuntes que permitieron no solamente ahondar en las cuestiones teóricas o históricas, sino que incluyeron en este caso el análisis explícito del flujo de un combate y de los roles implicados en él. Fue oportuno también invertir cierto tiempo en ejercicios con los ojos cerrados que buscan ampliar la percepción de otros sentidos, particularmente el tacto y el oído.

Al final de la jornada, se tocaron otros conceptos de una forma más superficial, especialmente del análisis del duelo, haciendo hincapié en todas las fases que algunos practicantes de la esgrima histórica y de otras artes marciales pueden no tener en cuenta adecuadamente.

Para el segundo día de formación permanecieron únicamente los instructores de la asociación, para los cuales se procedió a una formación más dinámica, no basada en estructuras formales sino en las diversas cuestiones sobre las que había margen de mejora. Esperamos que el tiempo no nos resulte tan limitado en la próxima ocasión, ya que el contenido a tratar superó casi las ocho horas de duración en una sola jornada.